Cuando suficientes Semillas estén despiertas, liberadas del miedo y de otros aspectos negativos del tercero y cuarto nivel de conciencia, las semillas del quinto nivel podrán brotar dentro de la humanidad y formar un Todo”.
Los Q’eros son los descendientes directos de los Incas
Buscaron refugio en las montañas a más de 4.200 metros de altitud, refugiándose de los invasores. Ahí permanecieron durante 500 años. Han custodiado el conocimiento original y la sagrada profecía sobre un gran cambio.
EL PACHAKUTEK esperando el momento en que este mundo, daría un giro, retornando la armonía y poniendo fin a la época de caos y desorden. Los Q’eros han vivido en sus territorios en lo alto de los Andes, prácticamente aislados. Durante la celebración de la fiesta anual del “Regreso de las Pléyades”, las personas ahí reunidas, se quedaron asombradas al ver aparecer a los Q’eros, vestidos con el emblema Inca del Sol, anunciando que el tiempo de las profecías había llegado. ”Os hemos estado esperando durante 500 años”.
La antigua profecía menciona que, este es el momento del gran encuentro, llamado Mastay y es tiempo de la integración de los pueblos de los cuatro puntos cardinales. Son ellos quienes ahora, están ofreciendo sus enseñanzas a Occidente, como preparación para el día en que el Águila del Norte y el Cóndor del Sur, vuelen juntos otra vez. Ellos también nos dicen que, el Amor y la Compasión, serán las fuerzas que guíen la unión de los pueblos.
“Los nuevos guardianes de la Tierra, vendrán de occidente y, aquellos que han causado un mayor impacto en la Madre Tierra, ahora tienen la responsabilidad de rehacer la relación con Ella, después de rehacerse a sí mismos”. La profecía sostiene que Norteamérica proporcionará la fortaleza física, Europa aportará el aspecto mental y el corazón, será dado por Sudamérica. Con esto, las profecías son alentadoras, se refieren al final de un tiempo tal como lo hemos conocido hasta ahora, es el fin de un modo de pensar, un modo de ser, una forma de relacionarse con la naturaleza y entre los seres. Los incas esperan el emerger de una nueva era dorada, aunque también mencionan cambios tumultuosos en la Tierra y en la psique de las personas para re-definir las relaciones y la espiritualidad.
El caos y la confusión durará 4 años. Los Q’eros, hablan de un “desgarro” en el tejido del tiempo. Dicen que, debemos morir ante los viejos modelos de espiritualidad para abrirnos a la auto-renovación, convirtiéndonos en parteras y parteros de una nueva forma de pensar y actuar.
Necesitamos re-aprender a honrar y respetar a la Madre Tierra, al Padre Sol, a las Hermanas Estrellas, descubrir y respetar a todo y todos y así, poder hacer un salto cuántico hacia aquello en lo que nos estamos convirtiendo, todos juntos. Los Q’eros dicen que las puertas entre los mundos se están abriendo otra vez, se forman agujeros en el tiempo que podemos atravesar para explorar nuestras capacidades y recobrar nuestra naturaleza luminosa.
El Gran Cambio ya ha empezado y trae la promesa de un nuevo ser humano.
Sus profecías dicen que estamos terminando el tiempo de la transición y comenzará a manifestarse el quinto nivel de conciencia , luego de este cambio aparecerá el sexto nivel de conciencia y, la época dorada de la humanidad, comenzará poco a poco, paso a paso. La época dorada anunciará los principios del sexto Sol, ese será el tiempo de los “niños de la Luz” que estarán completamente despiertos. La profecía anuncia que, cuando se alcance el quinto nivel de conciencia, esto se hará de forma colectiva y simultánea. Sigue tus propias huellas. Aprende de los ríos, los árboles, las rocas. Honra a tus hermanos, honra a la Madre Tierra, honra al Gran Espíritu. Hónrate a ti mismo y a toda la Creación. Mira con los ojos de tu Alma y comprométete con lo esencial.