Si quieres encontrar los secretos del universo, piensa en términos de energía, frecuencia y vibración.
Nikola Tesla
Presencia, sensibilidad y práctica
Todos poseemos la capacidad de sentir o de percibir la energía. Cuando el ser humano no estaba desconectado de la naturaleza poseía una sensibilidad similar a la de las aves migratorias, las abejas o de los cetáceos que se orientan a través de las mareas del océano. Para volver a sentir de ese modo, faltaría restaurar una “comunión cósmica” afín de sentirnos en unidad con la red de consciencia planetaria y los ciclos de la naturaleza. Hemos olvidado que la madre Tierra está viva y tiene consciencia, respira, evoluciona y además siente nuestro corazón y conoce nuestro nombre.
Radiestesia es una ciencia y técnica milenaria capaz de detectar, cualificar y medir todo el espectro de las radiaciones o energías correspondientes al cosmos: animales, vegetales, minerales, seres humanos y sus entornos. Muy valorada en el ámbito Terapéutico y en Geobiología, sin embargo su potencial y alcance son ilimitados propiciando una transformación consciente en quienes eligen aventurarse en este fascinante camino.
Sus inicios
El agua es uno de los elementos más importantes para el desarrollo de la vida en el planeta. A lo largo de la historia, el ser humano ha dependido de este recurso para su evolución por lo que su búsqueda y aprovechamiento siempre ha sido un desafío. Aquí vemos una de las prácticas de Radiestesia más antiguas para la búsqueda de agua: el método zahorí.
Un Radiestesista o Zahorí entrena su percepción y sensibilidad personal para saber identificar las reacciones de su organismo ante cada una de las innumerables radiaciones que lo alcanzan. De este modo consigue “filtrar” de entre todas ellas la que está buscando, ya sea agua, minerales o emanaciones de gas radón, entre otros.
Una ciencia de la consciencia
Una excelente definición del Doctor Jorge Carvajal es la siguiente: “Es una antigua ciencia de la consciencia, donde el mayor instrumento de adivinación del ser humano es el propio ser humano. Somos la antena, la síntesis de billones de antenas, donde cada célula, cada membrana, cada átomo, cada latido del corazón es una fuente de resonancia a la medida de cada ser, y es por esa razón, que podemos encontrar en nuestro interior la información precisa”.
La Radiestesia en su uso profesional nos permite mejorar la calidad de nuestra vida con tan solo identificar dónde hay una radiación negativa y así poder sanar energías mayormente presentadas como enfermedades, bloqueos o emociones atascadas. Por eso es considerada como una de las muchas medicinas alternativas que realmente funcionan pues detecta la desarmonía para poder equilibrarla mediante las sesiones de sanación, transmutación y liberación.
Recursos indispensables para la salud de un Radiestesista
Nuestro cuerpo es el instrumento a través del cual damos nuestra nota en la sinfonía de la vida, por lo tanto, si está desafinado no nos va a ser útil en ningún aspecto y menos aún en la práctica de Radiestesia, donde verdaderamente como instrumento principal el cuerpo es insustituible. Algunos puntos a considerar:
- Enraizamiento
- Meditación, oración o plegaria
- Punto cero de consciencia o espacio de no mente
- Alimentación saludable
- Actividad o movimiento físico
- Respiración
- Naturaleza
- Cuidar nuestros intercambios energéticos
- Cuidar nuestros pensamientos y emociones
“Un Toroide es como la respiración del Universo, es la forma que toma la corriente de energía en cualquier nivel de existencia”.
Nassim Haramein
El Toroide corresponde a la geometría de nuestro campo electromagnético o biocampo, es el modelo que utiliza la naturaleza, cuando está en armonía es equilibrado y siempre completo. Aparece en el campo magnético que envuelve la tierra, al individuo y al átomo. La energía de un Toroide fluye desde un extremo circula por el centro y acaba en el otro extremo, se autorregula y siempre es completa. Es de vital importancia para la salud y el bienestar general que nuestro tubo Toroide este en armonía, balance o equilibrio.