“No soy joven y nunca seré vieja. Soy de una Tribu de Mujeres con risa de niñas y carcajada de ancestras, de cabello largo y libre, y ojos antiguos como la Tierra, donde la belleza interna no se extingue.
Hermanas de Hombres con el espíritu del lobo y del águila, con sonrisa de duendes y corazones arcanos que no dejan de jugar. Seres que atraviesan el tiempo, en constante movimiento, encendidos de curiosidad. No tengo y nunca tendré la edad que señalan los documentos.
PORQUE NO SOY JOVEN, NO SOY VIEJA. SOY ETERNA.” Myriam Aram.
La esencia de la nueva Tierra y de los nuevos paradigmas permea casi todas las esferas de la vida humana y tiene como característica central el retorno hacia lo Femenino o el despertar del Femenino Consciente, como la energía de renovación, regeneración, abundancia y co-creación de la nueva humanidad.
En los últimos 40 años, se ha producido una apertura de lo femenino en todo el mundo y hemos comenzado a escuchar sobre el “ Femenino Divino/Sagrado “ que mora en el interior de mujeres y hombres, puesto que es una energía primordial que enciende la llama de la vida.
La energía del Femenina Consciente despierta en nuestro corazón antes de despertarse al mundo. Es crucial que notemos que existe y debemos honrarla, adorarla y reverenciarla independientemente del nombre que le demos.
Si toda mujer hiciese un viaje hacia el interior de si misma para conectar con su soberanía personal, es decir el poder de su Femenino Consciente, encontraría…
El poder de ser ella misma y de vivir su verdad, el poder de decidir los caminos que quiere seguir, el poder de conectarse a su centro y tomar decisiones desde ahí, el poder de poner límites saludables, el poder de tomar riesgos y decisiones propias, el poder de expresar su sensibilidad sin miedo a ser juzgada y permitiéndose ser vulnerable, el poder de conectar con su más alta misión o vocación y tener el coraje de llevarla a cabo, el poder de nutrirse a sí misma y completarse sin dependencias a otros, el poder de elegir un brillante futuro confiando plenamente, el poder de transformar emociones y relaciones tóxicas aprovechándolas para crecer y despertar, el poder de elegir y sentir con quien quiere compartir y con quien no, el poder de cambiar de opinión y caminar a partir del llamado de su corazón, el poder de expresar su intuición y creatividad, el poder y el coraje de danzar su propia existencia.
El Arquetipo de la Mujer Salvaje
El arquetipo de la Mujer Salvaje reside en las entrañas, no en la cabeza. Ella puede rastrear y correr y convocar y repeler. Puede percibir, enmascarar y amar profundamente. Es intuitiva, típica y normativa. Es absolutamente esencial para la salud mental y la salud del alma de las mujeres.
Ella es el alma femenina. Sin embargo es más que eso: es la fuente de lo femenino. Es todo lo que pertenece al instinto, a los mundos tanto visibles como ocultos —ella es la base.
Ella es intuición, es capaz de ver claramente a distancia, es capaz de escuchar a profundidad, es de corazón leal. Alienta a los humanos a permanecer plurilingües, hábiles en los lenguajes de los sueños, la pasión y la poesía.
Ella es la voz que dice: «Por aquí, por aquí.»
Ella es quien levanta estruendos contra la injusticia. Ella es por quien abandonamos el hogar para buscarla. Ella es a quien regresamos a casa. Ella es lo que nos mantiene en marcha cuando pensamos que ya estamos vencidas.
Clarissa Pinkola Estés
Mujeres que corren con los Lobos
